En la oportunidad, entre otros, Oscar Loskin, de la comunidad israelita, manifestó su solidaridad "con las personas dañadas física, mental y emocionalmente por los hechos, así como con las familias de secuestrados y desaparecidos". Pidió fuerzas para superar este capítulo trágico de la historia.
En tanto, el padre Raúl Joannás consideró que "pensar en Jerusalén no sólo como lugar geográfico, sino también como símbolo del amor, puede confortar a los damnificados". Planteó "la necesidad de no perder la fe a pesar del sufrimiento, recordando que Dios ama a toda criatura", según registró MERCURIO NOTICIAS.
Asimismo, habló sobre la vida después de la muerte señalando que "según la fe, en Jerusalén celestial no habrá más penas ni lágrimas".
De esta manera, desde distintas confesiones se articuló un mensaje de consuelo y esperanza hacia quienes atraviesan momentos difíciles.