Además, se observó un retroceso del 3,4 por ciento en la comparación mensual desestacionalizada. Esta coyuntura refleja la gravedad de la situación del sector y la necesidad de tomar medidas urgentes para revertir esta tendencia.
Es el cuarto mes consecutivo que la actividad fabril retrocede y, por como vienen los pedidos de producción, las pymes no ven un piso en el corto plazo.
Las empresas relevadas operaron en marzo con el 70 por ciento de su capacidad instalada, mostrando una caída de 0,8 puntos porcentuales frente a febrero. Hay sectores con niveles altos de stock que se debaten entre seguir produciendo para no cortar el proceso y tener que cesantear personal o frenar.
Por otra parte, las industrias consultadas destacaron que los precios estuvieron más estables y un 25,3 por ciento señaló que siguen teniendo problemas para reponer stocks.
La situación del sector pyme es crítica y requiere medidas urgentes para revertir la tendencia.