Según estimaciones preliminares, algunos usuarios podrían enfrentar aumentos superiores al 150 por ciento. Durante el invierno, cuando el consumo tiende a aumentar, se espera que las facturas sean aún más altas.
En cuanto al gas, se estableció un precio de USD 4 por millón de BTU (unidad de medida británica para el gas) en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST). Los usuarios de ingresos altos continuarán pagando este precio, mientras que los usuarios de ingresos bajos y medios recibirán bonificaciones del 64 y 55 por ciento, respectivamente. Esto implica que pagarán más caro por el gas, con aumentos de hasta el 100 por ciento en comparación con los precios anteriores.
En cuanto a la electricidad, se fijó un Precio Estacional de la Energía (PEST) de $57.214 por megavatio hora (MWh) para todos los usuarios residenciales. Los usuarios de ingresos altos pagarán el 100 por ciento del costo de la electricidad, mientras que los usuarios de ingresos bajos y medios recibirán bonificaciones del 71,9 y 55,9 por ciento, respectivamente. Esto resultará en aumentos cercanos al 100 por ciento para los usuarios de ingresos bajos y más del 150% para los usuarios de ingresos medios.
Además, se establecieron nuevos topes de consumo con subsidio. Los usuarios que excedan estos límites pagarán más caro por la electricidad.
No se requerirá volver a inscribirse en el Registro de Acceso a los subsidios a la Energía (RASE) para aquellos usuarios que ya se hayan registrado. Sin embargo, aquellos que no se hayan inscrito serán excluidos de recibir asistencia en un plazo de 60 días.
Estos cambios forman parte de la transición hacia un nuevo esquema de asistencia y se espera que ayuden a reducir los costos para el Estado argentino en términos de subsidios energéticos.