Personal policial acudió al centro de salud ante un alerta por la desaparición del teléfono de una enfermera.
Tras establecer indicios, determinaron que una mujer podría estar involucrada. Con autorización de la fiscalía, allanaron su domicilio de calle Moix.
La sospechosa colaboró y entregó voluntariamente el Samsung sustraído, el cual había llevado a su casa su hijo de 11 años, se informó a MERCURIO NOTICIAS.
El aparato quedó formalmente secuestrado para la causa.
Se aguardan resultados de las actuaciones iniciadas para determinar responsabilidades en el hecho ocurrido en el nosocomio.