El rendimiento medio se ubicó en 36 quintales por hectárea, lo que representa una mejora del 18 por ciento respecto a la campaña anterior y se sitúa en línea con el promedio de los últimos cinco años.

El NEA fue la región que mayor volumen aportó a la cosecha, con unas 700.000 toneladas, dentro del promedio del último quinquenio. Le siguió el Centro-Norte de Santa Fe, con 580 mil toneladas, un 13 por ciento por encima del promedio 2018/23. El Centro-Norte de Córdoba, la tercera región en importancia, aportó 286.000 toneladas, un 15 por ciento por debajo del promedio zonal.

Mientras tanto, la siembra de girasol continúa avanzando, cubriendo el 5,2 por ciento del área proyectada en 1,85 millones de hectáreas. Las lluvias de la semana pasada permitieron un progreso significativo en el margen este del NEA, donde el avance regional superó los 20 puntos porcentuales. Sin embargo, en el Centro-Norte de Santa Fe y Centro-Este de Entre Ríos, la falta de humedad retrasa la entrada de las sembradoras, a la espera de las lluvias pronosticadas para los próximos días.

El trigo, por su parte, se encuentra en un estado "latente" a la espera de las lluvias que permitan su desarrollo. La condición del cultivo se mantiene Normal/Excelente en el 83,5 por ciento de las 6,3 millones de hectáreas estimadas. En las zonas alcanzadas por las lluvias de las semanas previas se observan mejoras en el estado general de las plantas.

La cosecha de maíz avanza a un ritmo acelerado, alcanzando un 99,3 por ciento de avance a nivel nacional. Solo restan cosechar planteos tardíos y de segunda en el sur del área agrícola. La producción se estima en 46,5 millones de toneladas.

En el centro santafesino y en la provincia de Entre Ríos ya se comienzan a ver los primeros avances de siembra de la campaña 2024/25, a la espera de las lluvias pronosticadas para los próximos días. Se espera que luego de las precipitaciones, las labores de siembra temprana se generalicen en el centro del área agrícola.