Además, el Índice de Indigencia, que se refiere a los pobres que no tienen ingresos suficientes para comprar la cantidad mínima de comida para subsistir, se ubicó en 18,1 por ciento, lo que implica que 8,3 millones de personas no tienen el dinero mínimo para comprar alimentos básicos.
Estos números alarmantes se suman a una situación económica difícil, con una inflación del 79,8 por ciento entre finales del 2023 y junio de este año, y una caída en el nivel de la actividad económica del 3,2 por ciento. La tasa de desocupación también aumentó, pasando del 5,7 por ciento a finales del 2023 al 7,6 por ciento al terminar junio.
Ante estos datos, el vocero presidencial Manuel Adorni sostuvo que "el gobierno está trabajando para revertir esta situación y que la pobreza se hubiese incrementado aún más si no se hubiesen tomado medidas para evitar la hiperinflación".
Adorni destacó que "el salario comenzó a recuperarse hace cuatro períodos y que el gobierno está haciendo todo lo posible para cambiar la situación".
Sin embargo, los expertos y analistas económicos señalan que la situación sigue siendo crítica y que se requiere de medidas más efectivas para combatir la pobreza y la desigualdad.