"Somos provincias agropecuarias y vamos a defender a nuestro principal motor de desarrollo y generación de empleo", afirmó Frigerio, enfatizando la necesidad de actuar ante la situación crítica. Los gobernadores destacaron la disparidad entre la baja presión fiscal provincial (menos del 5% de impuestos) y la alta carga tributaria nacional (67%) sobre el sector.
Como medida concreta, anunciaron que el 100 por ciento de lo recaudado por el Impuesto Inmobiliario Rural en cada provincia se destinará a mejorar la infraestructura para la producción agropecuaria. Además, se creará una mesa de trabajo con productores y trabajadores rurales para monitorear la situación.
Frigerio atribuyó la crisis del sector a "una presión impositiva excesiva, precios internacionales a la baja, costos en dólares en alza y una situación climática adversa", exigiendo al gobierno nacional priorizar la reducción impositiva para el agro.
La reunión contó con la presencia de funcionarios de los gobiernos provinciales.