Tras una reunión en Larroque con la participación del senador Alfredo De Ángeli y el diputado Atilio Benedetti, Martiarena señaló que la baja del seis por ciento en la soja, lejos del 14 por ciento necesario, no soluciona los problemas del sector. "El quebranto sigue siendo parte del sistema", afirmó, instando a la eliminación definitiva de las retenciones con una fecha límite. Criticó que los beneficios otorgados por el gobierno "parecen tener fines recaudatorios y deberían afectar a otros sectores".
Martiarena expresó su sorpresa por la rapidez del anuncio, pero aclaró que FAA seguirá presionando por cambios. Destacó la eficiencia de los pequeños y medianos productores, a pesar de las dificultades en el acceso a financiamiento y tecnología, y la necesidad de reglas de juego justas. Señaló la desventaja competitiva frente a grandes empresas con acceso a beneficios como el RIGI.
Respecto a la tenencia de granos, el dirigente indicó que los pequeños y medianos productores seguramente no poseen grandes reservas, mientras que las 17 millones de toneladas disponibles para liquidación beneficiarán a otros actores del sector. Calculó un costo de 2.500 kilos de soja con las bajas de retenciones, aún por encima del promedio provincial de 2.200 kilos, lo que implica un margen negativo. A esto se suma la adversidad climática, especialmente para las sojas de segunda.
Finalmente, Martiarena elogió la presión ejercida por los gobernadores de la Región Centro, quienes reclamaron la baja de retenciones, contrastando con declaraciones previas de funcionarios nacionales que sugerían esperar "20 años" por una solución. Consideró que la acción de los gobernadores es un ejemplo a seguir, especialmente ante la exigencia de ajuste a las provincias por parte del ministro Caputo.