No dudó el ex mandatario en afirmar que "la Constitución Nacional y la doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación son letra muerta para algunos jueces. Nunca se vio semejante aberración jurídica", arremetió.
Asimismo, acotó: "Estamos ante una nueva entrega de arbitrariedades y atropellos, que no es sino la lógica a la que hemos estado sometidos en estos seis años. Seguimos soportando el ensañamiento y las injusticias".
Luego, Urribarri reflexionó: "Pareciera ser que las 49 jornadas en las que se desarrolló el juicio fueron totalmente en vano puesto que ninguna, absolutamente ninguna, de las pruebas ofrecidas por cada una de las defensas fueron tenidas en cuenta".
También comentó que "seguí con atención las 13 horas que duró la audiencia de hoy esperando que en algún momento emergiera algo de racionalidad jurídica. La propia fiscalía en su alegato de clausura reconoció que no tenían pruebas ni testigos y el tribunal hizo caso omiso. En una conducta prácticamente corporativa, el fallo termina siendo el relato de fiscalía construido en base a creencias y prejuicios".
"No obstante, estoy seguro de que es solo cuestión de tiempo y de jueces que fallen con objetividad para demostrar de forma contundente la inocencia en las próximas instancias de apelación. Jamás vamos a renunciar a la verdad", reafirmó.
Por último, advirtió: "Nunca me voy a someter a la operatoria de amedrentamiento y disciplinamiento de la política. Hagan lo que hagan y pase lo que pase, nunca voy a dejar de hacer política", dejó en claro, aunque fue inhabilitado de por vida a ocupar cargos públicos.