Fue durante un mensaje dirigido a la militancia en la conmemoración del aniversario del Congreso de los Pueblos Libres organizado por el Instituto Ideario Artiguista.
En la ocasión, repasó las victorias electorales después de que en 2008 “solo me llevaran el apunte los mozos que me traían el café, con el apoyo de la Liga de Intendentes Justicialistas -con alguna excepción-, cuando se produjeron ataques durísimos en Casa de Gobierno con empleados heridos y me apedrearon mi casa”.
“Nos recuperamos y ganamos las elecciones de 2011 con el 56,4% con el peronismo partido, con un compañero que fue tres veces gobernador yendo por afuera y sacando el 20 por ciento de los votos y viniendo de ser apedreados. Y ganamos en 2013 y ganamos en 2015, cuando el peronismo perdió en toda la Región Centro. Porque a pesar de saber cuáles eran nuestras obligaciones -construir escuelas, mejorar la educación, mejorar la salud, hacer crecer el turismo y todo lo que hicimos- teníamos un mandato que no estaba en ninguna Constitución ni ley, que era el mandato de la militancia: entregarle la banda y el bastón a otro compañero peronista”, manifestó.
Más adelante, el ex gobernador expresó: “Para lograr que nuestra gente toque con la punta de los dedos la dignidad –porque fue eso, después vino Macri y destrozó todo- hubo que pisar varios callos y tocar intereses. No fue gratis para nosotros el enfrentamiento con las patronales del agro, no fue gratis implementar la política tributaria más progresiva de la Región Centro para que pagaran más los que más tienen, no fue gratis ser actores importantes en la recuperación de YPF para los argentinos, no fue gratis idear el Fútbol para Todos. Son todas cuestiones distintas, pero con el denominador común que son los intereses muy poderosos que hay detrás”, definió.
“Es duro comprobar en tiempos como los actuales la angustia y la incertidumbre que reina en muchos lugares. Pero lo peor y lo que mas duele es ver a algunos dirigentes que bajan los brazos y agachan la cabeza. Y peor todavía es cuando vemos a un puñado de porteños -que no entienden nada de Entre Ríos, que no conocen la historia de Entre Ríos, que nunca vivieron en Entre Ríos y que mucho menos conocen la idiosincrasia de nuestro pueblo- que andan como pancho por su casa vendiendo espejitos de colores. Parece increíble que nosotros tengamos que callarnos ante estas cosas”, señaló.
Por último, Urribarri dijo a los y las militantes: “Nosotros y nosotras somos los únicos dueños de nuestro destino. Que no nos hagan creer otra cosa. No nos resignemos a otra cosa”. Y concluyó: “Les agradezco de corazón y les pido que no bajen los brazos. En cada uno y cada una de ustedes se va a definir lo que pase en la provincia y el país. Los abrazo con el alma y les digo que a pesar de las injusticias, el odio y de todo lo que me ha pasado estoy muy feliz de estar en mi tierra para seguir trabajando, para unir al peronismo y para volver a empezar tantas veces como sea necesario”.