En diálogo con MERCURIO NOTICIAS, el padre Aguilera indicó que si bien llegó a San Salvador en un "momento un poco convulsionado dentro de la parroquia", con diversos grupos y situaciones, su enfoque es mirar hacia adelante. "Lo que ha pasado, pasó, y hay que seguir adelante, hay que mover para adelante", expresó.

El sacerdote reconoció que "la iglesia está compuesta por personas, y que todas tienen problemas", pero destacó la necesidad de "no quedarse dando vueltas en problemas o situaciones que no dan vida". En su lugar, dijo, "uno tiene que seguir adelante" con la ayuda de Dios.

Aguilera señaló que la parroquia cuenta con numerosos grupos y mucha gente que "tira para adelante", lo cual es lo más importante. Lamentó, sin embargo, el incidente reciente de la profanación de la Eucaristía, calificándolo como "lo más triste que ha pasado".

A pesar de este suceso doloroso, el nuevo párroco se mostró esperanzado en que pronto podrán habilitar nuevamente la capilla del Santísimo Sacramento. Además, expresó su satisfacción por el trabajo que se está realizando en la Escuela número 113, donde se está construyendo una nueva capilla.

En general, el padre Aguilera se manifestó optimista sobre su nuevo reto pastoral en San Salvador, confiado en poder guiar a la comunidad a seguir adelante unidos en la fe.