El objetivo es garantizar los derechos de estas personas y brindar una respuesta integral, enmarcado en la Ley Nacional de Salud Mental.
Fue elaborado articuladamente entre las carteras, la Policía, Defensoría, Fiscalía y Dirección de DDHH, con instancias de capacitación para quienes intervienen.
El nuevo protocolo pone énfasis en la actuación inicial policial y designa roles, bajo pautas claras hasta la derivación a tratamiento.
También incorpora la línea 0800-777-2100 para orientar a la Policía y guiar acciones hasta la llegada de salud.
Los ministros de Seguridad y Salud, Néstor Roncaglia y Guillermo Grieve respectivamente, resaltaron su importancia "para mejorar la atención oportuna y garantizar la seguridad de todos".
"El objetivo es identificar y abordar adecuadamente las crisis, promoviendo el acceso a la asistencia necesaria con un enfoque de derechos, género, diversidad e inclusión", detallaron.