Aunque ha habido una leve recuperación en las temperaturas recientemente, esta situación será temporal, ya que se pronostica que a partir de mediados de la próxima semana volveremos a sufrir una nueva irrupción de aire frío en todo el país.
Christian Garavaglia, meteorólogo del equipo de Meteored Argentina, advierte que la Patagonia experimentará un nuevo temporal de viento y nieve esta semana, mientras que el centro argentino se prepara para un fin de semana helado. Se esperan ráfagas de viento de hasta 100 km/h, e incluso valores extremos de más de 120 km/h en algunas zonas de la Patagonia. Las nevadas también se esperan en diversas intensidades, con acumulados significativos en la meseta del centro y sur patagónico.
En cuanto al centro del país, se espera un cielo nublado y algunas precipitaciones sobre el norte bonaerense y el litoral en los próximos días debido a una perturbación en niveles medios de la atmósfera. Sin embargo, posteriormente el viento rotará al norte, lo que generará un ambiente menos frío en el centro y norte del país hasta el viernes.
De cara al próximo fin de semana, se pronostica que una masa de aire frío de origen polar invadirá el centro y norte del país, provocando un marcado descenso de las temperaturas. Se espera un primer pulso de aire muy frío el sábado, con posibilidad de heladas agronómicas en algunos sectores. El domingo, con menos viento, se prevé la presencia de heladas más generalizadas en zonas bajas.
Los modelos meteorológicos indican un ligero repunte de las temperaturas a partir del lunes 1 de julio, pero a partir del miércoles 3, otro potente pulso de aire frío afectará de manera intensa al país durante varios días. Se espera que este período traiga temperaturas gélidas y persistentes, siendo algunos de los días los más fríos del año. Esta situación se mantendrá hasta el martes 9 de julio, momento en que los vientos rotarán al norte y las temperaturas comenzarán a recuperarse nuevamente.
A pesar de la expectación que genera la posibilidad de nieve en áreas donde es infrecuente, los expertos señalan que las chances de precipitaciones son cercanas a cero durante los momentos de las temperaturas más bajas, lo que implica que las probabilidades de nieve son aún más bajas.
