La medida, que entró en vigencia con la publicación del Decreto 765/2024 en el Boletín Oficial, fue recibida con entusiasmo por los sectores involucrados, especialmente por los salones de fiesta.

El decreto establece que la "representación o ejecución pública" de música se limita a espacios de acceso público, excluyendo los ámbitos privados. En consecuencia, los hoteles, bares, restaurantes y salones de fiesta ya no deberán pagar por la reproducción de música en fiestas privadas.

Sturzenegger explicó que la actualización de la normativa busca eliminar la "confusión" que generaba el cobro de derechos por la simple existencia de televisores en habitaciones de hotel, incluso si estaban vacías.

Especialistas consultados por La Nación coinciden en que la medida tendrá un impacto positivo en el rubro, ya que el costo de los derechos de autor era "difícil" de pagar.

Sin embargo, SADAIC niega los efectos de la regulación, argumentando que los locales mencionados deben seguir pagando por la "comunicación al público de música en espacios libres de acceso público". La entidad solo reconoce la duda en el caso de los hoteles.

La modificación de la ley de propiedad intelectual abre un debate sobre la aplicación de los derechos de autor en espacios privados y la necesidad de una mayor claridad en la normativa para evitar confusiones y costos innecesarios para los sectores involucrados.