Las máximas, que este martes rondaron los 23 grados, caerán a valores cercanos a los 17 este miércoles en la franja central. Las mínimas, que promedian los 14, descenderán a menos de diez grados, con sectores del Sur de Buenos Aires registrando temperaturas inferiores a los cinco grados.
El frente frío también traerá consigo un aumento en la probabilidad de tormentas, que podrían afectar a Entre Ríos, el norte de Buenos Aires y parte de Santa Fe. Las tormentas podrían ser intensas, con ráfagas de viento y caída de granizo en algunas zonas. Además, no se descarta la posibilidad de “lluvia negra”.
Para los próximos días se espera una gran variabilidad climática. Mientras el norte del país se mantiene bajo alerta por humo y visibilidad reducida debido al viento del sector norte, el centro de Argentina se verá afectado por lluvias y tormentas con la llegada del frente frío.
Como aspecto positivo, este sistema frontal traerá consigo aire más limpio, ayudando a dispersar la masa de humo que cubre gran parte del territorio nacional.
Los incendios forestales, especialmente los de gran magnitud, liberan grandes cantidades de hollín y ceniza a la atmósfera, que luego pueden ser transportadas por el viento y depositarse en forma de lluvia.
Las partículas contaminantes presentes en la lluvia negra pueden irritar las vías respiratorias, provocando tos, dificultad para respirar y otros problemas respiratorios, especialmente en personas con enfermedades preexistentes.
La lluvia negra puede contaminar las fuentes de agua, tanto superficiales como subterráneas, con metales pesados, sustancias químicas y otros contaminantes, lo que puede afectar la salud humana y el ecosistema.
La lluvia negra puede afectar los cultivos, dañando las plantas y reduciendo la producción.
La lluvia negra puede corroer metales y afectar la pintura de edificios y vehículos.
