Conmemoramos cada 11 de septiembre el día de las y los maestros. La fecha fue instituida para recordar el fallecimiento, en 1888, de Domingo Faustino Sarmiento destacando la importancia que le asignó a la educación y la cultura, triplicando durante su gobierno la población escolar.
Fue en 1943, durante la primera Conferencia de ministros y directores de educación de las Repúblicas Americanas (celebrada en Panamá) que se resolvió decretar este día como día de las y los maestros para todo el continente americano. Recordando a Sarmiento y a la vez, en reconocimiento a la importancia que implica el trabajo y la disposición de todas y todos los maestros que día a día realizan su trabajo en las aulas.
Como sindicato docente festejamos este día pensando en el colectivo que integramos como trabajadoras y trabajadores, que en cada jornada nos ponemos al hombro la Escuela Pública. Lo hacemos frente a nuestras alumnas y alumnos, y frente a la historia de embates que ha sufrido la Educación Pública cuando la han querido talar de mil formas. Con solidez, hemos encarado cada lucha por cada mejora lograda a lo largo de la historia de la educación en nuestro país; y dan cuenta de ello hitos como la Marcha Blanca, las Carpas de la Dignidad Docente, o la resistencia desde las aulas en los momentos más viles de la dictadura.
Nos construimos como colectivo docente en cada minuto de nuestra vida, como trabajadoras y trabajadores activos, también como jubilados y jubiladas, y empezamos a hacerlo ya cuando estudiamos en los profesorados. Nos construimos en la función, en la lucha y también en los festejos y en nuestras conmemoraciones. Por una escuela para la liberación, y por la educación pública. Siempre.