Por otro lado, el año que está por concluir marcará un hito en el calentamiento global: la temperatura media global del aire en superficie superará por primera vez los 1.5 °C (aunque de manera temporal). Esto subraya la continuación del calentamiento global causado por actividades humanas.
Mauricio Saldívar, experto de Meteored Argentina, anticipa las anomalías mensuales de precipitaciones y temperaturas para los próximos 12 meses, ofreciendo un panorama de cómo se presentará 2025 en comparación con 2024, especialmente en relación con la temperatura media global.
A pesar de que el patrón climático de El Niño se mantiene en un estado neutral, la mayoría de los modelos globales indican que hay pocas posibilidades de un evento La Niña limitado durante el verano. Si se llegara a declarar, podría provocar una caída en la temperatura media global para 2025. Sin embargo, esto no implica que el calentamiento global haya cesado, ya que las emisiones de CO2, principal gas de efecto invernadero, continúan.
Hasta ahora, se prevé que 2024 finalice como el año más cálido registrado, con una temperatura media global de 15.12 °C, superando los 14.98 °C de 2023. Según el Met Office, el servicio meteorológico nacional del Reino Unido, la temperatura promedio global para 2025 podría estar 1.41 °C por encima del promedio preindustrial, posicionándolo entre los tres años más calurosos jamás registrados, junto con 2024 y 2023.
Las anomalías de temperatura para 2025 en Argentina se prevén superiores a lo normal en gran parte del país hasta abril. Mayo y junio se mantendrán dentro de los rangos normales, pero se anticipan temperaturas elevadas nuevamente en julio y agosto. Entre septiembre y diciembre, se prevén temperaturas más cálidas en el norte y centro, mientras que la región Patagónica podría experimentar condiciones más frescas.
En cuanto a las precipitaciones, la primera mitad del año se comportará de manera similar a un evento La Niña, con déficit de lluvias en el este del país, siendo febrero el mes más crítico para las zonas productivas. Sin embargo, en la segunda mitad de 2025, se espera un cambio hacia anomalías positivas en las precipitaciones, especialmente en el este y las áreas agrícolas, similar a los patrones de un evento El Niño. Noviembre se perfila como el mes con mayores anomalías positivas, con lluvias que podrían superar los 50 mm por encima de lo normal en el centro del Litoral.
El futuro climático se presenta incierto, pero las tendencias sugieren que la preocupación por el calentamiento global y sus efectos continuará siendo relevante.