Las altas temperaturas pueden ser peligrosas, especialmente para grupos de riesgo como niños, niñas, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
Es fundamental seguir las recomendaciones del Ministerio de Salud para prevenir golpes de calor.
Mantenerse hidratado: aumente el consumo de agua a lo largo del día, incluso sin sentir sed.
Evitar el sol: no se exponga al sol en las horas centrales del día (entre las 10 y las 16 horas).
Cuide a los más vulnerables: preste especial atención a niños, niñas y adultos mayores.
Alimentación saludable: opte por frutas y verduras y evite comidas pesadas, bebidas con cafeína, alcohol o muy azucaradas.
Descanse: reduzca la actividad física y permanezca en lugares frescos y ventilados.
Vístase adecuadamente: utilice ropa ligera, holgada y de colores claros, sombrero y anteojos de sol.
Ante emergencias dirigirse al centro de salud más cercano a su domicilio.