El deterioro de las rutas genera un encarecimiento significativo del transporte y la logística, además de un preocupante aumento de accidentes viales con consecuencias fatales.
La FEC destaca las graves consecuencias del mal estado de las rutas: incremento de costos para el transporte de bienes, obstaculización del comercio con el Mercosur, pérdida de oportunidades turísticas y un serio riesgo para la seguridad vial.
CAME resalta "la necesidad de una colaboración público-privada para impulsar el desarrollo productivo y solicita a las autoridades nacionales la priorización de la reparación y mantenimiento de las rutas 12 y 14, fundamentales para el comercio de toda Argentina".
"La transitabilidad y seguridad de estas rutas son cruciales para la competitividad regional y nacional, así como para el desarrollo económico y social de las provincias involucradas", se concluyó.