En tanto, desde el 5 de febrero, la provincia se encuentra en alerta roja debido al riesgo extremo de incendios rurales y forestales, exacerbado por las altas temperaturas, la falta de precipitaciones y los fuertes vientos. Ante esta situación crítica, las autoridades instan a la población a extremar las precauciones en la manipulación del fuego para evitar la propagación de incendios.
Se recuerda a los ciudadanos la importancia de tomar medidas preventivas, como evitar quemas y mantener el entorno libre de materiales combustibles. En caso de detectar un incendio, se debe llamar de inmediato a la policía y a los bomberos locales.
Asimismo, se recomienda a los productores asegurarse de contar con los recursos necesarios para responder a emergencias, incluyendo herramientas y equipos de combate, así como mantener una buena comunicación y organización para actuar rápidamente ante cualquier eventualidad.
La declaración de alerta roja busca concientizar a la población sobre el alto riesgo de incendios y promover la adopción de medidas preventivas para proteger la seguridad de las personas, los bienes y el medio ambiente.