Petri defendió la decisión a través de su cuenta de X, afirmando: "Sí, es una medida controversial para todos los que defienden narcos, terroristas y violentos delincuentes. Elijan de qué lado van a estar".
El ministro argumentó que la ley faculta a las Fuerzas Armadas a reforzar el control de fronteras y que la posibilidad de detención en flagrancia está contemplada en los códigos procesales provinciales y nacional. "Sólo el sesgo ideológico canceló y maniató a nuestras fuerzas", añadió.
Petri también comparó la situación con otros países de la región y con Estados Unidos, donde las fuerzas armadas son utilizadas para el control y vigilancia de fronteras. "¿Por qué acá algunos se escandalizan?", cuestionó.
La resolución que autoriza la medida establece que el uso de la fuerza por parte de los militares debe restringirse a acciones de defensa propia o de terceros ante agresiones inminentes que pongan en riesgo la vida, la integridad física o el cumplimiento del deber.
Además, prohíbe el uso de armas contra vehículos o personas sospechosas que huyan de un puesto de control, incluso ante sospechas fundadas de un acto ilícito.